Acetaminofen

Los venezolanos y el resto de las personas del mundo con acceso a la televisión y demás medios de comunicación merecemos respeto y consideración.

Unos porque no merecemos ser tratados como ignorantes y otros porque no deben ser manipulados peligrosamente en su desconocimiento.

Hablar de modo irresponsable, ignorante, de una "MATICA DE ACETAMINOFEN" sin bases terapéuticas, en los medios de comunicación masivos, criticar indiscriminadamente a la industria farmacéutica, médicos y a todo lo relacionado con las ciencias vinculadas a la salud de los seres humanos, mas allá de convertirse en un tema humorístico, debe ser considerado en su dimensión total, ya que hasta podría constituirse en un delito de lesa humanidad, porque se ha instigado a la gente incauta a cometer actos seriamente dañinos para su propia salud, la de otros y hasta provocar la muerte. Ahora mismo no sabemos cuantas personas confundidas y de buena fe estén sufriendo las consecuencias de este empirismo promovido sistemáticamente en materia de salud. 

El acetaminofen, que ha salvado y seguira salvando vidas, ni remotamente se deriva de una - "MATICA DE ACETAMINOFEN"- su origen es mineral y requiere de muchos procesos industriales, se deriva de la anilina (alquitran de hulla), que a su vez se deriva del carbón bituminoso.

"El boldo paraguayo -mal llamado "planta de Acetaminofén"- , su denominación conduce a evidente confusión, - no tiene ninguna relación con el antipirético al cual se hace referencia. Al boldo paraguayo se le atribuyen (no comprobado) propiedades antiulcerosas, digestivas y hepatoprotectoras, pero no antipiréticas.

El té de boldo, a pesar de sus presuntos beneficios, contiene cantidades significativas de ascaridol, un compuesto tóxico, señala el boletín de prensa enviado por la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

La sobredosis de boldo puede llevar a la sobreexcitación, calambres, reflejos exagerados y convulsiones, de acuerdo con la "Guía Práctica de Medicina Natural" de la American Pharmaceutical Association.